...Simplemente abrió los ojos. Una vez más se encontraba completamente transpirado en su cama. Una vez más, el mismo sueño lo había despertado, pero diferente. Le latían los oídos, las sienes y el reloj...a las cinco y pico.
Una vez más se acurrucó entre las sábanas de una manera infantil tratando de olvidar lo que se le había grabado a fuego en la mente. Siempre el mismo sueño. Esta vez, diferente. Trató de volver a dormirse como las otras veces y fracasó nuevamente; estaba demasiado agitado y le dolía el estómago como en sueños.
Harto de sí mismo, se levantó de la cama, se vistió con la ropa que prolijamente había preparado la noche anterior, marcó una hora y pico en su cronómetro y salió de la jaula que su propietaria llamaba tan utópicamente: "monoambiente espacioso con buena iluminación"...

Bang-Bang